Letras Inn Hotel

Ésta noche tomé tres píldoras para dormir Me caí de la cama y te encontré tirada ahí Fue como caer en el océano con tus manos Tratando de alcanzarme, burbujas bajo el agua Tus ojos de galaxias al ritmo de la guitarra, El bajo y la batería Percusión, viento, fuego en tus labios Jardines en tu espalda. Hay una luz, hay una mentira Somos un engaño, un espejismo El reflejo de tu sonrisa en el parabrisas A toda velocidad, no quieres parar Caemos por un precipicio, el borde de la cama. Me caí de la cama, encontré un jardín lleno de margaritas y girasoles No sería la primera vez, Siempre visito lugares en mis sueños Océanos, bosques, montañas Senderos, la arena del mar en mis pies Corazones inhóspitos donde solía haber amor. Cuatro píldoras para dormir, Nada para de girar, me subo al tren Me bajo en una estación al azar, No estás ahí, no estás en ningún lugar Pero te puedo sentir — sueño o realidad – Somos balas frías directo a la cabeza Es temporada de humanos Y el horror ya cargo su mejo...

Salte de la cama un segundo después de llegar No me devuelvas la mirada Ocúltame la sonrisa Arranca las sábanas y gritáme cuánto te molesto Tiráme el café Arrojame las rosas Lánzame a la carretera y quédate en el pavimento Déjame afuera cuando llueva Niegame besos Clava tus uñas Dispara puños a mis entrañas con tu indiferencia Se fría, se ruda, no cedas Toma las agujetas de mis zapatos y átame Odiame toda la noche La madrugada Odiame al amanecer No te quedes a dormir Besa otros labios Que mientras estés sobre mí Todo lo que dirás será mi nombre Regirás las esquinas de la cama Entre tu odio y mi arrogancia Los árboles van a llorar Las nubes lo sabrán Afrodita, Eros, Zeus, Ares ¿a quién le rezas? Yo dentro de tí, tú religión. Whisky en las rocas en honor a Hemingway La habitación un castillo Aquí no hay reinas ni princesas Castillo de hielo, manos de arena Mis dedos se resbalan Odiame, ábreme la puerta No me quedaré.

Hay algo que va cayendo, una partícula, como una hoja de otoño, como un copo de nieve, como una lágrima, va cayendo a través de ti, de mi, porque ya no estamos aquí, estamos en algún lugar – ¿dónde estamos? ¿acaso tu podrías decirme? –. Y esto me hace caer, esto no me derrumba, caen ladrillos y yunques sobre mi cabeza, pero no, nada me derrumba, podría salir a correr por el medio de las calles, llenas de luces, llenas de autos, y nada, nada me haría sucumbir. Hay tragedias a la vuelta de la esquina, hay violines rotos, guitarras desafinadas en los buses, sombreros de copa sobre las aceras, rostros llenos de dolor, ojos llenos de lágrimas, todo se cae a nuestro alrededor, que nada nos haga flaquear, ya estamos aquí, fallemos mil veces más, que el papel nos corte los dedos, esas heridas no nos harán dejar de tocar, de sentir, ya estamos aquí, no te dejes caer. Pastos enteros como ovejas, senderos llenos de horizontes sin frontera, llegamos hasta aquí, con las costillas rotas, con el c...

Somos un cúmulo de extremidades Que nos fueron Que vivimos Que nos vivieron Somos las predicciones del universo Somos el azar de la ruleta rusa Somos el trago de estribo de un alcohólico Somos los dados de la ludopatía Y respiramos en nombre de alguien El aire que nos infla, El peor de los males – decia Nietzsche – es la esperanza. Las pesadillas de la indecisión Cruzamos la calle viendo las luces a nuestro alrededor La tristeza, la melancolía, el sexo un juego de egos, Demostraciones de amor, necesidades vacias, Somos los pulmones de un adicto a los cigarrillos, Somos el café de un barista Somos el último cerillo de un pirómano Somos el marcapasos de un desengaño Las semillas de un cedro, hojas secas de otoño Calles frías de invierno, Luces en la oscuridad, Somos el amanecer mas oscuro De la noche mas clara. Somos el bien, somos el mal. Somos la llamada en espera Somos la mano que dice adiós en la estación de trenes, Somos los pulmones de un recién nacido, ...

Nuestras manos ya deben estar cansadas, llegó otra estación puedo recordar cuando nos mirábamos, tus ojos eran como balas a quema ropa, me atravesaban, iban directo a mi pecho tus brazos refugio de tormentas en mi estómago deliciosas mariposas revoloteaban por tí, cuando nos besabamos todo a nuestro alrededor se llenaba de flores, tulipanes y girasoles, guirnaldas en tu cabeza aves cantando en la ventana de la habitación, mientras tus manos se reflejaban a través del sol, un amanecer una nueva vida, tus cabellos columpio de mis más grandes fantasías.  Aquí estoy yo otra vez, no sé cuantas lunas después anhelando escuchar tu voz entre tantas que salga de ella, una melodía, una canción una palabra que me acaricie los restos de la poca alma que me queda, todo esta metido un baúl desde que te fuiste cuando bebo dos copas lo abro y me empuño otra copa más, lo abro un día de la nada en medio de la gente, en las calles, en los pasillos en el metro, esperando un m...

Ésta vez, ésta vez me fui de aquí, Me fui de mí misma, Entre caminos boscosos, Y mi vida que ya no es de nadie, El alma que habita en los capullos de alguna rama, De algún lugar que ya no es porque no estás, Porque no estamos, Porque no somos – ¿adónde se fue el ayer y lo que sería el mañana? – nada, basta. Ésta vez, ésta vez me fui de aquí, Me fui de mí misma, Pero la noche llegó y nos rendimos. Mis dedos van rozando Las barandillas que cercan alrededor De tu interior, donde ya no resido más, Voy padeciendo, en soledad libre, Libre de todo lo que he borrado – me engaño –  El sufrimiento es mi amigo, lo abrazo, bebemos té negro, Charlamos de ti, así te olvidaré, dice él. Más de cuarenta lunas han pasado, La estación esta por transitar Y la música es la misma, el sonido de la autopista, La poesía en la calle Y la brisa que me trae tu olor.

Aún la piel me huele a ti, Usé eucalipto, lustre mis ojos con cloro y me bañé en abono Nada sirvió, la piel me sigue oliendo a ti, Tu aroma por todo éste lugar Ni el jazmín que apenas llega hasta mi habitación Ha podido espantar Que tu estela sigue aquí Subo veinticuatro escalones diariamente, En cada paso, tu olor Abro la puerta, paginas amarillas de mis libros, no huele a antaño Es tu cuello que emana Que me atrapa Tu aliento aún envenenando mis entrañas. Pasillos largos, sueños donde estás sentada en algún café esperándome Siempre llego tarde, siempre mi café esta frío Y aún tu aroma se mezcla con el lugar Es el paraíso En el primer piso Donde suena un piano, suena una melodía Y tu voz, Corro hasta llegar a tí Y sigue siendo muy tarde, Las ventanas están abiertas Entra la brisa y el polen me cega Estornudo y me desintegro Las manos casi te ...

Me duele el pecho Como si un puño entrara por mi garganta Directo a mi estómago Como si me arrancaran la piel Como si me clavaran espinas en los ojos Me duelen las manos, Me duelen los pies De tanto correr. Intentando alcanzarte con la punta de mis dedos Caí por un abismo, Me columpie entre rocas y escombros, cave hoyos, me desgaste las rodillas, perdí mis uñas, mi aroma era la melancolia y nunca deje de caer. Me senté en tu mesa Y no me diste de comer De tu manantial no me dejaste beber Aun sabiendo que moria de sed, Me dejaste sorda, muda sin poder decir ya palabra, Me dejaste caer desde lo más alto de tu montaña rusa. Escale, Nade en mares, travesé ríos, Morí de hambre en medio de la nada, Me congele a la intemperie de la noche, Yo lo ví, yo estuve ahí, Cuando mi espíritu jamás se doblegó ante nada Hasta que te conocí y me envenenaste con tu piel, Con el océano de tu amo...

Mientras caminaba encontré páginas sin leer, encontré palabras no dichas en un adiós, en dos adiós, me fui y caminé sobre mis propias huellas, las borré, eliminé rastros de la pena, los temores, el mar se los llevo, una ventana con vista al mar, las olas rompen el cristal, doblegan el cielo que brilla con el sol, que llora cuando las nubes sobrevuelan y lo vuelven sombra, lunas de papel, estrellas de carbón, piernas que corren y no van en alguna dirección. Abre y cierra la ventana que da a tus ojos, abro la ventana que da a mi pecho, que salpica sangre, que salpica aire, que pasa por mis pulmones, apenas puedo respirar, ¡resucitame! No me mires agonizar,     —¿por qué me mira agonizar?— Sostente con tus uñas de mis manos. Ventanas, puertas, vidrio y madera, una biblioteca, Kant, Platón, Nietzsche, Rimbaud, Shaw, Yates, Cummings, Sócrates, Wilde, Baudelaire, Wolfang, Kafka, T...

Encontré varios archivos en mi mente, cuando era lo menos que buscaba, y mientras recordaba cómo me manche de café la camisa blanca ¡ahí estás! En el rincón de mi mente, cometa Halley, ya no vienes por aquí a recordar aquellos días, tantas horas caminando de la habitación a la sala y no estás en los pasillos secretos de ningun laberinto, de algún jardín, ni en mis manos, el polvo de la terraza se lo lleva la lluvia, la ceniza restos de todo, de lo que perdimos, árboles crecieron de lo que ganamos, florecieron y ocultaron el camino de vuelta a ti, me perdí el espacio colapso, en la pantalla del corazón, cientos de melodías. Hablamos y tu voz calma la antología no hay tormentas que puedan con mis piernas, en tus manos está la paz de todas las guerras que alberga mi alma. He estado leyendo los libros, soy una casa de verbos, los poemas que odiaba, las canciones testigos de ...

Estás a tres pasos de mi, con tus manías, yo como una rezagada me dejo ser de ti, un juguete, un objeto de perdición, un deseo inmutable e insaciable, ¿qué has estado pensando de ti y de mi? —, me pregunto— ¿me miras en el humo que exhala tu respiración?, Aquí vamos, ¡ven! enviciame de tus labios, consume cada espacio inhóspito de mi egoísmo, hazme creer que hay algo más, ya estamos aquí ¿para qué esperar más? Entre sombras y viñetas, saliéndose del margen, saliendonos de líneas, no importa lo que diga el guión improvisame esta noche, te he respirado, bailame tu melodía favorita, y así sea mentira, dime que no eres un abismo, ¡engañate! Igual yo me empujaria y tú también caerías, convierte este deseo en despertador a las tres de la madrugada, que los luceros titilan como mis pupilas cuando me sientes adentro de tu cielo, que las nubes te hag...

He quedado en una cita, he estado aquí esperando verte llegar, bebo cerveza y tomo café, escribo un par de versos te vienes a mi mente, tu aroma a vainilla y jazmín, tus labios textura perfecta y tu sonreir. Sigo esperando que los planetas vuelvan su mirada a la tierra me hallen en este sillón, con mis ojos en la ventana, como ventilador observando la puerta, deseando que toques con tus finos dedos te encimes sobre mi, que suene el teléfono que seas tú, diciéndome que estás aquí ¡has venido a verme! que seas tú pidiéndome que llegue a verte aquel parque dónde las flores te cantan canciones cuando pasas junto a ellas. He esperado que la lluvia se aboque sobre ti y sobre mi, que nos envidie la primavera, que el café tenga sabor a canela, he quedado con tus ojos para que me abran la puerta, en aquella estación de trenes donde las ansias te queman. He quedado con mi vida no esperare tu...

Que el mundo diga lo que sea cuando quiera, que un árbol no de frutos pero que de sombra para leer, que el me caliente la mañana, que la luna de la madrugada nos encuentre en desvelo, hay paredes que romper y abismos que saltar, las piernas escalando montañas y mis manos sosteniendo cuerdas que se han convertido en hilos, abajo la caída, frente a mi la poesía —¿ cuánto más puede durar un grano de arena en mis palmas abiertas? —, la serenidad y es que jos edificios tienen sesenta y ocho pisos y cada día se le suma uno más;  vamos a subirlos, vamos a llegar.

¿sabe alguien a dónde se van nuestros silencios? Porque yo no sé, Hasta que es muy tarde Para decir palabra Tal vez los silencios Son de algún tipo de melodía Una que debes aprender, Realmente aprender a escuchar. ¿Habrá acaso un baúl En algún sótano, lleno, Repleto de silencios? ¿Al lado de un piano, tal vez? Hay silencios que dan conciertos He visto amantes bailando ecos sin audio , amigos escuchando sin hablar, he escuchado demasiados silencios y dicho demasiadas palabras.

Hoy la nostalgia me ha tocado la puerta, tomé dos jeringas de recuerdos y me las he inyectado directamente al corazón, por las venas puedo sentir la droga, las ganas del éxtasis de tus ojos cuestionandolo todo, voy cayendo, lo puedo sentir, en el bosque encantado de mi, el veneno de tus besos carcomiendome en la eternidad. No quiero estar más en esta habitación para maníacos, no quiero permanecer anhelando tu llegada en la madrugada, la gente debería parar de preguntar, ya me rompí y aún quedan piezas de mi por ahí, en la arena, en el bulevard, esperare que amanezca para ir a buscarlas. Suena el piano, azul, naranja, verde, magenta, tu voz se pierde en otros oidos, tus latidos al ritmo de otro tambor, una última balada, un último viaje, un último roce, nada más que una recaída de la mente, enemiga de mi soledad, las venas me saltan, la abstinencia me doblega, me retuerce en esta cama, sin piedad, un ave canta e...

Hazme arder ¡vamos! Que las paredes se derritan ¡ven! Corramos hacia las llamas Sin piedad, que se nos queme la piel ¡ándate! Comparte tu fuego Tus ojos que son como dos estrellas fugaces, Como aurora boreal en cualquier tarde, ¡quemame! Choca contra mi universo Tus labios son cometas ¡mírame! Las palmas de tus manos Puertas estelares, Sucumbe ante el deseo En cualquier galaxia, Comparte tus llamas, comparte tu fuego. ¡entrégate!

Haces ruido al pasar Azotas la puerta de cada habitación, Entras y sales a tu merced Hay un laberinto a tres noches Un espiral a veinte mil estrellas de tus ojos, Nubes negras y manantiales en desiertos, Bebes el té en el porche con cada despedida del sol, Lees Rumi y me buscas guerra No das tregua a la paz, Invades la calma y te quejas por haber desatado una tormenta, Atas mi cuello al tubo de escape de tu corazón, retrocedes, no te detienes, Neutro y vuelves a acelerar, Caminas descalza por el carbón Me calcinas los labios con cada beso inexistente, Derrumbas las paredes de mi mente, Serás quien me salve, serás quien me hunda, con cada dosis de veneno con cada instante de ternura.

Vamos a caminar por las letras, navegando entre líneas, un sendero luminoso oscuro al alba azul, las horas pasan como la brisa bajo tus alas, no ocultes tus ganas de respirar mi aire. Abres y cierras la ventana, entras a la habitación sin necesidad de una llave, las sábanas están pintadas con restos de pasión, rayas, acuarela, sombras, mate la ventana permanece abierta las gotas de lluvia inundan la habitación, las flores renacen aunque el otoño cante su canción, mírame sin tocarme, tus labios emulan un pincel, usa mis besos como pintura sobre el lienzo que es tu piel.

Tengo un poema, en mis manos En la puntas de mis dedos, Así de sútil, entre mís ojos tus cejas, y sonríes entre el odio y la idea de no vernos más, un par de letras y varias cajas de cristal, hablando en lenguajes cínicos y lagrimas que mojan entre grietas de lo mordaz, había una lluvia calandome los huesos y tormentas cantando entre mis entrañas, tus manos rosadas curandolo todo, callando los truenos y despertando las pesadillas. Habían tres días de calma y siete de tornados en pueblos, arransando todo, tus caderas quemando lo irreal, fuiste verdad, hubo lineas en tu espaldas que dibuje con mis ganas, soltandote no te supe sostener, los peces navegaban en el pavimento y como dos felinos fuimos víctimas de nuestra equidistancia alfa, el corazón hizo una alfombra y caminamos por los carbones, como queriendo borrar nuestras huellas en la arena. Hay un rastro en la palma de mis manos, la ruta de tus lunares, camino inolvidable...

Veinticinco horas me tomó entender la sutileza de la ilusión, la fina capa que se esconde detrás de las papilas gustativas, el prado más verde, el arcoiris con más color, el humo que se desvanece bajo mis pies descalzos. ¿No es increíble? Un intento inalcanzable, un abismo lleno de mi, lleno del día, lleno de la noche — ¡No! — me grito mil veces, me detengo y continuo, despierto del horror entre mis sueños, la agitación, el llanto, el otro lado de la cama vacía, y —¡NO! — me vuelvo a gritar hasta que se estremecen las ventanas, el horror cesa y la respiración vuelve a su curso, la noche parece tan oscura, pero el amanecer siempre llegará. Maldita ilusión, que acorta las madrugadas y nos endulza con el alba, te culpo primavera, tus enredaderas de rosas me clavaron las espinas, puñales sin pudor, desnudos y afilados, han dejado marcas en mi espalda, han dejado mis ojos que eran c...

No se ha ido, no me he ido,  ¿por qué es tan difícil? Es agosto y llueve todas las noches, amanece llorando el cielo, la maleza crece y yo me desvanezco.  Entre la cortina y la ventana se adentra una luz, larga, se refleja en la pared y yo las veo bailar, como se burlan de mi, no tengo fuerzas para echarlas de aquí, las sábanas gritan que pare de arrastrarlas por los paillos, mi mamá me regañaria por caminar descalza, no hay lugar adonde correr. ¡basta! Me dicen mís ojos, mís manos, mís oidos, que pare la melodía, ya ni le temo a la lluvia, más le temo a no volver-te a ver-.

Hay un espacio entre mis manos y tu espalda, entre cada canción que bailamos y que aun no hemos bailado, entre la sutileza de tu sonrisa y mis ganas de no soltarte jamás, que las montañas viven lejos y libres, que el alba siempre es mas hermosa cuando tu estás, que no quiero perderte entre la nada acosadora , que el olvido no se lleve los buenos momentos, que no nos perdamos en un adios, que te amo y sueno como una triste canción. Me voy preguntando dónde estás? Si aun hay algo en ti que tenga mi nombre, mis besos, mi aroma. No te escuché al salir, no me he movido de aquí, cada pieza de tu ropa esta donde la has dejado, la toalla húmeda sobre la cama, la fresa a medio terminar, la huella de tu labial en vaso de cristal, yo con las manos llenas de amor, congelandome por fuera y quemandome por dentro, sin gramatica, sin rodeos, sin necesades, porque ya no me importa medir el amor, no hay libro, ni logica que me haga volar como tú, po...

¿cuántos labios debo besar para borrar los tuyos? ¿cuantos cuerpos deben mis manos recorrer hasta que se le olviden las curvas de tu cintura, el arco de tu espalda y el lugar donde llueve a cántaros? Tantos manantiales y aun no logro calmar esta sed, tantas montañas y ninguna que se le parezcan a tus senos, un espacio y doble tanda de frío, llama al novecientos once, no tengo ni puta idea de lo que estoy haciendo aquí, entre pieles que no conozco, que no quiero conocer. Maldita castaña, maldita morena, maldita risueña, entre tus labios me seco, entre tus brazos me congelo, quitate el vestido, no hables al menos que me ruegues que no pare, hay un estética perfecta y sigo sin reconocer este par de piernas. ¿qué mierda estoy escribiendo?

Hay una salida de emergencias a tres metros de la ventana del jardín, caminando en circulos, que la luna nos guie, esta mierda que estoy haciendo, esta cerveza que me bebí y tu vestido que da vueltas, me miras con ojos de animal herido y aquí el animal arrollado soy yo, los grados suben como los de esta cerveza que me quema la garganta y me deja sin algo que sentir, no te preocupes por mis sentimientos ésta luna, ellos están ocupados en una esquina, entre la arena y la playa borrando pisadas, desmarcando las huellas de yemas en éstas caminerias me hundo en el bosque, no quiero café esta noche, no te voy a querer, no ésta Luna, solo quiero coger.

¿Dónde se esconde el matiz inefable que habita mi pecho y tu alma? Vivimos de las caricias enmarcadas en nuestra piel tus lunares que forman galaxias nuestros ojos estrellas fugaces tu vida y la mía respirandolo todo te pienso y me miras, en canciones que nombran Iglesias y sacrificios, el Edén y la falta de juicio la locura de amarte en cada silencio en cada noche que no cogimos pero reimos, lloramos, cantamos me has odiado, pero te has quedado en cada suspiro una polilla se sacude las alas, se agitan las mariposas y se asoma el alba, al pasar por tu lado en cada acera tu mano en la mía como dos niñas con suma alegría ¿quien me dice que esto no es amor si al cogerte te estoy amando, y te estoy amando al cogerte? Porque me has enseñado que la vida es más que un par de tetas, que el pecho sirve para algo más que usar sostenes. Aquí cuando fallamos el abismo nos saca los pulmones en cada grito estruendos...

Cuatro días, dos o tres, cada espacio inseguro, cada lugar oscuro, sombras, matices y un par de lunas llenas, amaneceres eclipsados y rocios de primavera, las rosas en el jardín de la vecina, las huellas de barro en las escaleras, los que caminan siguiendo al resto, como vacas antes de ser ternera en verano al subir la marea, cada maldito día, veo en rostros, en la brisa que no mueve las palmeras, cada maldito día es una espera, una tarde sin cerveza y un vino que no se añeja, escribo estas pobres letras y no sé donde queda ese lugar recóndito cuando reímos sin restarnos luciernagas, luces brillantes a través de la cortina, cada recuerdo me golpea, en la cabeza, tan fuerte en el estómago que las ganas de vomitar me bailan y me marean, no me pregunto nada, no pienso y rio a carcajadas, paz a cuenta gotas pero me invade la tristeza, un té para dormir, y vuelvo a escribir unas letras, una carta infini...

Los bosques no deberían tener sendero, las calles deberían ser de piedras calizas, tu aliento deberia sentirlo en mi pecho como la lluvia cayendo por la cornisa, la brisa mezclando todo, el polen, los campos llenos de lavanda, entrando poesía al alma, acariciarnos a las tres de la mañana, metiendonos en las sábanas cuando el alba arropa las ventanas. Veo la lluvia caer, entonces esos dulces pajaritos cantores se sacuden las lagrimas pluviales de sus alas pequeñas, puedo ver como lo disfrutan y vuelven a cantar, le cantan a la lluvia, a la brisa fresca en la hora del té, desde mi ventana lo puedo ver, el cielo gris parece que enfría el pecho y los pies, y echar de menos toca la puerta otra vez, leo entre lineas un poema, leo dos, entre estás letras, comienzo a recordarte, leo tres y no para de llover.

La noche de anoche, unos amigos me convencieron de salir por unos tragos y a bailar, y en menester con uno de mis amigos más cercanos, nos fuimos a este lugar en la ciudad, tenía ya varias semanas sin salir de este apartamento, que no sea a trabajar, visitar a mi madre o a ver a mi padre, estando en ese lugar, lleno de mujeres y hombres, que buscaban una diversión para la noche y tal vez los románticos creyentes del amor a primera vista, la cosa fue que bailamos, hablamos, reimos a carcajadas haciéndonos burlas del aspecto fuera de lugar de algunas personas, mi amigo devolvió un par de miradas, cuando ya estábamos todos los que habíamos quedado en vernos, empezamos a disfrutar un poco más, hablabamos, bailabamos y bebiamos. A lo largo de la noche, noté una joven, que me veía, mis amigos me decían que ya era raro porque no dejaba de hacerlo y de murmurar con su compañero, finalmente luego de un tiempo ya, se me acerco, con...

Decía el padre del psicoanálisis, Freud que todo gira en torno al sexo, que todo lo que nos impulsa a los seres humanos, la motivación es el sexo, pero entonces ¿el sexo gira en torno a qué? A través del tiempo he determinado que es cuestión de ego, el acto sexual en si, la culminación del placer, el alimento del apetito sexual, su impulso inédito es el ego, el objetivo es el orgasmo, como logro, en algunas culturas y rituales de cultos el clímax es el punto en el que se comunican con los dioses, con una deidad divina y omnipotente, en los agnosticos como yo, si todo gira en torno al sexo, menos el sexo en sí, el sexo esta motivado por el ego. Mi tesis la baso en mis experiencias personales, durante en acto sexo me importa conocer el cuerpo, sus zonas erogenas, lo que a veces para mi sorpresa resultan ser lugares bastantes peculiares, pero una vez que las hallo, me concentro en ello,  buscando el placer, buscando ser dádi...

Podría tomar un puñado de arena y ver como se cuelan grano a grano entre mis dedos, mirar el horizonte, observar como se va ocultando el sol, pudiese decirle a mi madre que ha sido la mejor, quiero escribir una carta para despedirme de todos, de mis mejores amigos y amigas, de lo bueno que han sido o los bastardos por haberse ido sin despedirse, podría desaparecer por completo sin una pizca de culpa, podría no abrazar a mi padre, podría no beber cerveza un mes, podría mirar los ojos de mi novia sin besarla, podría hacerlo por horas, podría cogerme a una puta, podría cogerme a otras, podría hacer y deshacer, podría morir ahora mismo, podría sentarme a leer. Hay tanto en esta vida mía que podría hacer, beberme el Ginebra o lo poco que queda en las botellas de vino en la repisa, beber café mientras le grito al político que habla en la tv. Podría hacer tanto, o no hacer nada, ¿podría extrañ...

Cortázar nos escribió su complejo de las cosas que nunca le dijo, le hablo de lápices, de misceláneos, pero de que nunca dijo cosas, cosas que yo nunca podré decir, puedo escribirlas, puedo pintar un cuadro de frutas, de cielo estrellado,  no como Van Gogh, no me arrancaré una oreja, yo me corto al decir cosas que nunca podré decir, palabras que no puedo mencionar, que existen, y  están ahí, me quedo sin ellas cuando las debiera decir, callo y grito por dentro, tomo una pluma y las escribo en una servilleta, tomo un pincel y pinto en un lienzo, aunque nadie lo vea, aunque nadie lo quiera leer, hay tanto que quisiera decir, pero nunca podré. Que le tengo miedo a que quieras irte cuando yo aun no te he querido lo suficiente, que el cielo se nuble y la próxima primavera no estes para adorarte, sé que me quieres aunque a veces no sepa quererte, que la madrugada se presta para abrazarnos cuando no queremos hablar más,...

Llevo días navegando apenas, sobre un bote sin vela, con ganas, miles de  palabras y algunas penas, que no me renuevan el alma ni me la hacen más nueva, me ahogo en ganas de decir palabras que emergen de los sentidos, de las emociones, de las nubes, de los edificios. Llevo días ocultando frases, llevo semanas sin pasar mi mente a letras con sentido, sin sentido me siento cuando me ahogo entre brisas fugaces que se convierten en suspiros, que ya no es solo deseo colosal, que la equidistancia  entre mis ganas y mi amor juegan a ganar, llevo días con los salvavidas de emergencia, que me quedé sin paracaidas y vivo cayendo, he caído al mar, al Océano entero, ya no hay vuelta atrás, arrepentirse se lo ha llevado el viento. Llevo días mirando a través de una ventana azul, azul tu voz, azul el color que me hace no inundarme en mi mierda mental, me desprendo un segundo y me vuelvo a ahogar, en mi propia porqueria emocional, en m...

Tal vez yo misma me pongo en mi contra, yo misma soy la culpable de mis desgracias, por creer y caer, la decepción deberia ser una señal de que estás esperando de la persona equivocada, soy yo mi propio abismo, mi propia esquina de castigo, me meto en sacos y zapatos que son más pequeños y me lastimo la piel y me lastimo los dedos, mis manos respiran en el aire y se ahogan entre la arena, corro y no llego a ningún lado ¡maldita sea! De nada vale que corra si llevo los bolsillos cargados de mierda, apesto, estoy emvuelta en porqueria, ahora mismo deseo una cerveza, deseo perderme en sexo con desconocidas hasta quedarme exhausta y dormir hasta marzo, siento un hueco en el estomago que me come las entrañas, me pregunto que mierda será esta y cómo se detiene, cómo para.

¿puede esto llamarse poema? Tal vez pueda llamarse melancolía, tal vez nostalgia o tristeza, puede llamarse tarde de enero, podemos titularlo "mañana de abril" quizás "de tu mano en febrero" o " tus labios carmesí" tantos títulos que podemos darle, como tu aroma al desnudarte, eso si es un poema, cuando paso la toalla por tus caderas, voy secando tus tetas y tu entrepierna,  eso es un verso que requiere ser proclamado prosa, bailar sobre la cama o sentarnos en el porche de la casa, comer helado en el parque de la esquina, abrazarte por la espalda en la cocina o besarte las ganas de noche y de día. Podria llamarse poema, cuando mi abuelo reía a carcajadas mientras nos contaba sus historias en plena madrugada, porque los años le pasaban factura y su cabeza era un lago insomne a las dos de la mañana, relatando cuando escuchó a Sinatra en un bar en Ocean Drive o fue en New Orleans,  ya no recuerdo el lugar. Podría llamar...

No te enamores de mi, no lo hagas no me mires con ojos de enamorada no me entregues la caida abismal déjame caer a mi, se mi inspiración déjame caer desde nubes de papel no te enamores de mi linda, porque beberé y olvidaré que lo estás, seré yo misma hasta que se detenga mi existencia por eso te pido, no te enamores de mi, enamorate de quien soy por las mañanas, por las noches antes de dormir, de mi orden obsesivo, de mis ganas de beber y de coger, siempre coger, tal vez es arrogante de mi parte creer que podrías enamorarte de mi ¿quien en su cordura podría? yo no te pediré mucho, solo te pido, no te enamores de mi deja que yo me deje caer, voy cayendo cada vez, veo tu forma entre mis letras, veo tus caderas en los márgenes de mis libretas asi que por favor, no te enamores de mi, déjame entrar en tu piel, en tus púpilas, déjame caer entre tu espalda y tu sed. Querida, gritame, arrancame los ...

Parece como si nada va a mejorar de aquí, hay dias que siento que voy cayendo en este abismo de desconfianza, vamos siendo cada dia menos, las personas me refiero, vamos dejando de ser humanos para solo ser gente, masas, despotas y egoistas, llenos de acido que carcome por dentro y todo a su paso, lejia que deja sin rastro de emociones. ¿Qué eres? ¿Quien eres? El presente es realmente superfluo porque el futuro cada dia se ve mas empañado se le ve borroso. Camino por las calles de la amargura, la incredulidad se ha convertido en el alcalde de esta ciudad que es mi cabeza, me detengo ante un auto que por centimetros acabaria en un segundo con mi existencia, entonces me empiezo a preguntar, si esta estupidez que es la respiración dejara mi cuerpo y me convierto en nada ¿Que dirán de lo que fui? Quizás mi madre salga a decir todo lo que nunca me ha dicho porque lo único que sabe exteriorizar, son lagrimas, las palabras nunca han sido sus m...

Mientras bailábamos Sinatra, mis manos alrededor de tu cintura tus manos en mi cuello, tu cabello bailaba al son de la melodía en la oscuridad, nuestra sonrisa alumbraba aquel lugar afuera el cielo caía, llenándose de fuego cual apocalipsis adentro nada más existía, solo mis pies y los tuyos bailando al mismo tono, en una nube, en la luna sonaba el violín mágico aquella voz que te lleva al pasado blanco y negro aquí todo tiene color. Tomo tu mano, media vuelta, el vals del pavimento los focos de la ciudad se encienden demos un paseo por la conexión melodiosa concédeme una pieza más dos piezas más siento que caigo como hojas de otoño. Al borde del abismo la melodía no se detiene seguimos bailando, tus dedos como piano siguiendo la melodía mágico Sinatra, este poema es para ti has sido testigo de mis bailes singulares te escucho y es una fiesta, es una poesía la manera que me haces sentir ...

Hay huellas de tu cintura  en el lado izquierdo de mi cama hay una estela de tu aroma  en los bordes de mi almohada hay restos de enredaderas  en mis sabanas hay ropa interior  escondida entre la pared y mis ganas hay luces apagadas  que se encienden si te pienso desnuda hay huellas mojadas por toda la habitación hay letras, hay bailes, una canción hay pinturas, hay blues hay tanto de ti en este lugar aun cuando no estás tú.