Domingo
Ésta vez, ésta vez me fui
de aquí,
Me fui de mí misma,
Entre caminos boscosos,
Y mi vida que ya no es
de nadie,
El alma que habita en
los capullos de alguna rama,
De algún lugar que ya
no es porque no estás,
Porque no estamos,
Porque no somos
– ¿adónde se fue el
ayer y lo que sería el mañana? – nada, basta.
Ésta vez, ésta vez me fui
de aquí,
Me fui de mí misma,
Pero la noche llegó y
nos rendimos.
Mis dedos van rozando
Mis dedos van rozando
Las barandillas que
cercan alrededor
De tu interior, donde
ya no resido más,
Voy padeciendo, en
soledad libre,
Libre de todo lo que he
borrado
– me engaño –
El sufrimiento es mi amigo, lo abrazo, bebemos
té negro,
Charlamos de ti, así te
olvidaré, dice él.
Más de cuarenta lunas han pasado,
Más de cuarenta lunas han pasado,
La estación esta por
transitar
Y la música es la
misma, el sonido de la autopista,
La poesía en la calle
Y la brisa que me trae
tu olor.
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