Baúl de Noviembre
Nuestras manos ya deben estar cansadas,
llegó otra estación
puedo recordar cuando nos mirábamos,
tus ojos eran como balas a quema ropa,
me atravesaban, iban directo a mi pecho
tus brazos refugio de tormentas
en mi estómago deliciosas mariposas revoloteaban por tí, cuando nos besabamos
todo a nuestro alrededor se llenaba de flores,
tulipanes y girasoles,
guirnaldas en tu cabeza
aves cantando en la ventana de la habitación,
mientras tus manos se reflejaban a través del sol,
un amanecer una nueva vida,
tus cabellos columpio de mis más grandes fantasías.
Aquí estoy yo otra vez,
no sé cuantas lunas después
anhelando escuchar tu voz entre tantas
que salga de ella, una melodía, una canción
una palabra que me acaricie los restos
de la poca alma que me queda,
todo esta metido un baúl desde que te fuiste
cuando bebo dos copas lo abro
y me empuño otra copa más,
lo abro un día de la nada
en medio de la gente, en las calles, en los pasillos
en el metro, esperando un mensaje de texto
que me escribas que me extrañas,
mis amigos que me digan que estoy mal,
que eché el baúl al mar,
pero ¿cómo ahogas lo único que ha sido verdad?
Dime tú si acaso recuerdas cuántos días llevas pensando que me amas de vuelta
que nunca vas a regresar,
yo recuerdo que te amo siempre
tus gestos de felicidad,
tu mirada que se me ha quedado metida entre las costillas, entre cada espacio
entre mis dedos, entre mis cejas,
vivo con ello cuando las traigo a mi cabeza,
ningún libro, ningún filósofo te prepara para las penas,
da igual si así fuera, dirán lo que quieran,
cuando la alegría te corre por las venas
te imposibilita la lógica
solo piensas en la dulce primavera,
en el néctar de sus labios
en el aroma que sale de su piel,
no quieres dejar de estar a su lado
así debar estar de pie sobre brasas,
así estés agonizando,
lo que te hace sentir
es mas fuerte que todos los caballos de la historia,
te lleva a la velocidad de la luz,
a otro planeta, mueres y revives a toda hora.
llegó otra estación
puedo recordar cuando nos mirábamos,
tus ojos eran como balas a quema ropa,
me atravesaban, iban directo a mi pecho
tus brazos refugio de tormentas
en mi estómago deliciosas mariposas revoloteaban por tí, cuando nos besabamos
todo a nuestro alrededor se llenaba de flores,
tulipanes y girasoles,
guirnaldas en tu cabeza
aves cantando en la ventana de la habitación,
mientras tus manos se reflejaban a través del sol,
un amanecer una nueva vida,
tus cabellos columpio de mis más grandes fantasías.
Aquí estoy yo otra vez,
no sé cuantas lunas después
anhelando escuchar tu voz entre tantas
que salga de ella, una melodía, una canción
una palabra que me acaricie los restos
de la poca alma que me queda,
todo esta metido un baúl desde que te fuiste
cuando bebo dos copas lo abro
y me empuño otra copa más,
lo abro un día de la nada
en medio de la gente, en las calles, en los pasillos
en el metro, esperando un mensaje de texto
que me escribas que me extrañas,
mis amigos que me digan que estoy mal,
que eché el baúl al mar,
pero ¿cómo ahogas lo único que ha sido verdad?
Dime tú si acaso recuerdas cuántos días llevas pensando que me amas de vuelta
que nunca vas a regresar,
yo recuerdo que te amo siempre
tus gestos de felicidad,
tu mirada que se me ha quedado metida entre las costillas, entre cada espacio
entre mis dedos, entre mis cejas,
vivo con ello cuando las traigo a mi cabeza,
ningún libro, ningún filósofo te prepara para las penas,
da igual si así fuera, dirán lo que quieran,
cuando la alegría te corre por las venas
te imposibilita la lógica
solo piensas en la dulce primavera,
en el néctar de sus labios
en el aroma que sale de su piel,
no quieres dejar de estar a su lado
así debar estar de pie sobre brasas,
así estés agonizando,
lo que te hace sentir
es mas fuerte que todos los caballos de la historia,
te lleva a la velocidad de la luz,
a otro planeta, mueres y revives a toda hora.
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