Número de día desconocido

No se ha ido, no me he ido, 
¿por qué es tan difícil?
Es agosto y llueve todas las noches, amanece llorando el cielo,
la maleza crece y

yo

me desvanezco. 

Entre la cortina y la ventana se adentra una luz,
larga, se refleja en la pared
y yo las veo bailar,
como se burlan de mi,
no tengo fuerzas para echarlas de aquí, las sábanas gritan que pare de arrastrarlas por los paillos,
mi mamá me regañaria por caminar descalza, no hay lugar adonde correr.

¡basta! Me dicen mís ojos,
mís manos, mís oidos,
que pare la melodía,
ya ni le temo a la lluvia,
más le temo
a no volver-te a ver-.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El Deleite del Bosque Sin Senderos (LOS PUENTES DE MADISON)

Donde Tú Has Estado Durmiendo

Oda a Tu Espalda, Oda a la Calma