Las Baladas de Sofía ( Segunda Balada )

Cuando Sofía entro a la universidad, conoció nuevas personas,
nuevos amigos, amigos de los amigos, con un poco más de libertad, logro
aprender más, experimentar más y finalmente aceptar que ya no podía salir con
hombres, que solo sentía atracción por las mujeres, no había otra cosa que
hacer, entendió que no debía probar nada, que no le debía nada a la sociedad,
sin embargo aun temía lo que su mamá pudiese pensar, así que solo se sincero
con sus amigos mas cercanos era inevitable pues la veían frecuentarse con
muchas mujeres algunas más abiertas a su homosexualidad que otras, pero las miradas
la delataban, Sofía no había tenido una relación que incluyera
sentimentalismos, romance, porque aunque lo había intentado con una persona,
esta relación, si podía llamarse así, si bien duro alrededor de dos años en un
juego del gato y el ratón, en un tira y encoje, para luego decidir acabar con
eso y enfocarse en su vocación, no paso mucho cuando conoció a una fantástica
persona, hermosa por fuera y por dentro, que le daba cariño como nadie mas lo
había hecho, Sofía se sentía en tranquilidad, cuando finalmente conoció a Ivana,
pues era una persona dulce, sincera, proveniente de una buena familia, la
típica niña buena y totalmente controlable, cosa que le gustaba muchísimo,
porque Sofía tenía la necesidad de tener todo a su alrededor en control e Ivana
llenaba este requisito a cabalidad, pues sin las indicaciones de Sofía, Ivana
no podía caminar, se volvió tan apegada a ella como adicción a una droga, Sofía
lo sabia bien, sabía que su novia sufría de apego emocional y aunque no era por
maldad esto le daba tranquilidad porque era algo que podía manejar, la amaba
por ser tan buena persona, la deseaba, pero no estaba enamorada de ella y eso
le funcionaba, porque así seguía manteniéndose en control total. No hacían nada
sin la compañía de la otra, tenían los mismos amigos, aunque Sofía si salía de
vez en cuando por su cuenta, mientras Ivana se quedaba en su casa porque salir
sin Sofía para ella la hacía sentir fuera de lugar, y así fueron pasando los
meses, Sofía hacia lo que podía para mantener la relación mientras Ivana miraba
el mundo a través de los ojos de Sofía, todos decían que eran la una para la
otra porque frente a todos parecían la pareja perfecta.
Al cabo de casi tres años de relación ininterrumpida Sofía
empezó a querer más, le faltaba poco para finalmente graduarse mientras Ivana
apenas esta en los primeros años de su carrera, Sofía no dejaba a Ivana porque
sabía que sería duro para ella, así que continuaron juntas, aun cuando casi no
tenían intimidad sexual, porque Sofía ya no sentía de esa manera con Ivana,
estaba con ella solo para que no sintiera que ya no la amaba. Un día Sofía
salió con unos amigos a comer luego de un empleo temporal que tenia como
asistente en unas oficinas al norte de la ciudad, unas amigas pasaron por ella
y fueron a comer, era un viernes cualquiera, sin embargo había algo en el aire,
ese día Sofía e Ivana habían tenido una discusión donde el tema principal era
el próximo paso, el siguiente nivel, estaban atascadas y forzando todo mas de
la cuenta.
Empezaron a ordenar tequila, Sofía apago su teléfono celular, así
pasaron algunas horas, invadida por un poco de consciencia encendió el teléfono
para revisar si tenia alguna llamada de su novia, si aun lo era, a lo que si,
efectivamente tenía llamadas, mensajes de textos, que le suplicaban, que
rogaban o daban perdón a merced del apego efectivo insano por parte de Ivana,
Sofía salió del lugar para que el ruido no le impidiera hablar con Ivana, la
llamo y supuso que ya estaba dormida porque no le atendía el teléfono, decidió
escribirle un mensaje para que lo revisara al despertar – no tienes que ofrecerme perdón, se que he estado un poco distante e
indiferente pero no es por ti, es por mi, así soy cuando me siento atascada,
mañana nos veremos, hablaremos y estaremos bien, te amo – Mientras escribía
este mensaje a su mirada se le fue imposible evitar mirar a una hermosa
muchacha que estaba saliendo del lugar, al parecer también salió a hablar por
teléfono, esta muchacha hablaba y parecía alterada, Sofía sin presionar enviar, guardo su teléfono en el
bolsillo del pantalón, y se le acerco a esta chica para asegurarse de que
estuviera bien.
- ¿estas bien? ¿Necesitas que busque a alguno de
tus amigos adentro?
-Solo
déjame sola ¿Quieres?
- Si, esta
bien, disculpa. Solo trataba de ser amable.
Sofía indignada entra al lugar con sus amigas, en lo que deciden
que es hora de ir a casa, al salir, está esta chica, hablando con las personas
que estaba, Sofía la ve y piensa como alguien tan bello podría ser tan
maleducado, al llegar a casa y revisar el teléfono se fija que nunca envío el
mensaje a Ivana y decide que mejor debería llamarla al siguiente día o quizás
pasar por su casa, ya lo resolvería al otro día.
Al siguiente día Sofía va a casa de Ivana, hablan, se reconcilian
y todo parece estar mejor, Ivana ese dia tenía planes de salir con su familia
por lo que Sofía concreto para ir a un recital de una nueva cantante que estaba
de gira por la ciudad, con uno de sus mejores amigos Daniel, esa noche camino
al concierto Sofía le cuenta a su amigo la situación que esta viviendo con Ivana,
que quiere dejarla pero no tiene idea de cómo hacerlo sin lastimarla, Daniel es
amigo de ambas por lo que opinar le resulta complicado, un vez en el lugar,
pasa algo, Sofía se topa con la maleducada de la noche anterior, sin embargo no la reconoce aun cuando los
asientos están uno a lado de otro, durante la introducción a la artista, la
chica esta usando su teléfono y en un manejo torpe lo deja caer a los pies de
Sofía, Sofía lo levanta del suelo y se lo pasa a las manos.
– Gracias - Acompañado de una sonrisa inesperadamente
dulce
– entonces no eres tan
maleducada como me hiciste creer anoche.
-¡¿Disculpa?!
-
Disculpas aceptadas, ahora déjame disfrutar el concierto.
La muchacha consternada y totalmente perdida, se inmuto, y se
dispuso a prestarle atención a obra, ambas lo hicieron, pero al termino cuando
se dirigían a la salida, la chica se le acerca a Sofía a exigirle explicaciones
por la acusación previa.
- Quisiera
entender de que estabas hablando.
- No es
importante, porque no lo recuerdas, pero te lo dire, porque yo detesto vivir
con las dudas y no le haría eso ni a mi peor enemigo, la verdad es que nos
conocimos anoche.
- ¿Nos
conocimos? ¿Cómo? ¿Dónde?
- En donde
estabas anoche.
- Espera,
¡Eras tu! Por supuesto, - esbozando una risa sonrojada- ¡claro! De verdad discúlpame, era un muy mal
momento, no quise ser grosera, ni maleducada, simplemente era un muy mal
momento y no era yo.
- ¿Y quien
eres tu?
- Mucho
gusto, Sabrina.
- Bien.
- De verdad
te ofrezco disculpas, debes pensar lo peor de mi.
- En
realidad no pienso nada de ti.
- Bueno,
claro, o sea, me refiero a que…
- Tranquila,
solo juego contigo.
- ¡Que mala!
- Si, un
poco, pero no trato mal a las personas que intentan ser amables conmigo aun cuando
sean completos extraños.
- ¡Hey!
¡Basta! Me estas haciendo sentir terrible.
- Deberías.
Eres muy bonita para ser tan impertinente. Mira tengo que irme ya, un placer
Sabrina.
- Igualmente…
¡Hey! No me dijiste como te llamas.
- Sofía.
Esa noche Sofía llego a casa y estuvo pensando en Sabrina, en
cuan odiosa era, en cuan bella era, y en la incidencia de habérsela encontrado
dos veces seguidas en lugares diferentes, eso de cierto modo la hacía apreciar
a Ivana, pues era tan dulce que no podría tratar así de mal a la gente y empezó
a imaginarla tratando así a otra persona y le resulto molesto, quizás
al fin de cuentas si quería estar con ella o quizás era muy egoísta. Todo entre Sofía e Ivana parecía estar mejor, estaban tratando,
ambas estaban ocupadas con sus cosas, con el trabajo, con las universidad, sin
embargo hallaban el momento para verse y pasar tiempo juntas, todo parecía
estar muy bien, como si hubiesen renovado los votos, sin embargo aun se sentía
forzado, acostumbrado, falto de magia, pero lo estaban intentado,
Un día a Sofía le llego un mail;
“Hola Sofía, seguro estas sorprendida,
no quisiera asustarte, ni
hacerte creer
que soy una especie de
acosadora, solo
que me quede pensando en
lo que dijiste
y halle la manera de
comunicarme contigo,
luego te digo como lo
hice. En fin quería
disculparme por numero
mil, y agradecerte al
llamarme linda, pero deja
de condenarme
por un mal momento que
tuve, no es justo.
No se si quieras
contestarme este correo,
Espero que lo hagas.
-Sabrina”
Sofía totalmente sorprendida y un poco asustada, no sabía sin
contestarle aquel correo así que simplemente le envío un correo con su numero
telefónico, no pasaron muchos minutos luego de que le enviara el correo cuando
Sabrina estaba llamando.
-
Hola Sofía.
-
¿Quién es?
-
Sabrina.
-
Maleducada. Hola!
-
¿Qué es lo que tengo que hacer para que dejes de llamarme así?
-
Nada, solo es divertido jugar contigo.
-
Pues no es gracioso, realmente quisiera disculparme contigo, no
quise ser asi contigo, yo no soy de esa manera.
-
Esta bien. Solo tengo una pregunta ¿Por qué te importa tanto
redimirte conmigo? Soy solo una desconocida.
-
Tienes razón, pero no lo se, es lo menos que puedo hacer por
haberte tratado así esa noche.
-
Esta bien, no pasa nada, te disculpo y ya no pienso que seas
maleducada.
-
Que bueno. ¿Que te parece si para redimirme mejor te invito un
café?
-
No tienes que hacerlo.
-
Por favor, realmente quiero demostrarte que lo siento.
-
Bueno, esta bien.
-
¿Qué harás más tarde?
-
Bueno veré a unos amigos, si quieres puedes venir, estaremos en
el centro comercial que esta frente al museo regional. Como a las siete.
-
Esta bien, ahí estaré.
-
Nos vemos.
Luego de colgar la llamada, a Sofía le llega un mensaje de Ivana
para recordarle que debían verse a las cinco en su casa, Sofía lo había
olvidado por completo, así que fue a verla mas temprano para que le diera
tiempo de encontrarse con su amigos, aunque ella sabía que no se trataba de ver
a sus amigos, pues no sería la primera vez que cancelara algo por olvidar ver a
Ivana o hacer algo familiar, o cualquier cosa, sus amigos estaban
acostumbrados. Al llegar a casa de Ivana, le recuerda que tenían planes de ir
al cine, a ver aquella película nueva, sin poder hacer nada más Sofía fue al
cine con Ivana y le aviso de Sabrina que no podría ir hoy porque le surgió una
emergencia.
Con el paso de los días Sofía y Sabrina hablaban por teléfono,
por correos, pero no había tenido la oportunidad de verse, solo hablaban pero
de cosas muy triviales, música, películas, nada que incluyera algo sentimental
ni de coqueteo, era una química diferente pero porque podían hablar por horas y
siempre surgía algo nuevo de que hablar, así paso alrededor de un mes, hasta
que finalmente Sofía concreto verse nuevamente cuando se realizaba una
exposición de arte, a Ivana estas cosas le aburrían, así que Sofía le pareció
una gran oportunidad para ver a Sabrina, porque no podía negarlo, empezó a
llamar su atención de varías maneras y sentía lo mismo de parte de Sabrina, el
como siempre estaba pendiente de ella, le prestaba atención a cosas que Ivana
siempre pasaba por alto, aunque había un detalle, Sofía jamás había mencionado
la existencia de Ivana a Sabrina, aunque nunca había tocado ese tema, solo
hablaban de muchas otras cosas, hasta el día en que finalmente se vieron, ese
día que lo cambio todo.
Era el día de la exposición de arte, concretaron verse en un
café que estaba cerca antes de ir al evento, cuando se vieron se dieron un
abrazo que alegaba la impresión de conocerse desde siempre, se vieron a los
ojos y ahí estaba esa chispa de cuando ves a alguien que realmente quieres ver,
se sentaron a hablar, ese día Sofía se le desapareció a Ivana, le dijo que
haría unas cosas con su familia, al llegar Sabrina apago el teléfono, fueron a
la exposición, podías verlas, había cierta complicidad entre el juego de sus
miradas, el juego que se iba tramando, era casi como algo bien orquestado, como
planeado, solo que era totalmente espontaneo, natural, algo que estaba
surgiendo ahí mismo, al terminar la exposición, decidieron salir a caminar
antes de que cada una volviera a casa, aun era algo temprano así que nada
parecía impedirlo, caminando llegaron a un parque cercano y se sentaron en uno
de los bancos, mientras hablaban se iban acercando más, hasta que inevitable,
entre una complicidad de miradas, sucedió un beso, ambas atónitas, en un
momento casi fugaz pero preliminar dio paso a un juego de besos mas largas que
incluían respiración agitada y caricias espontaneas, hasta que Sabrina aparto a
Sofía, y le dijo que no sabía que estaba haciendo, que ella no era así, que una
vez lo intento pero que ella no era así, que a ella no le gustaban las mujeres,
Sofía esbozo una risa y le dijo que no le parecía pero que la entendía, sin
embargo ella si era así, tan así que tenía novia desde hace tres años, Sabrina
consternada por toda la situación se levanto y le dijo que era mejor si se iba,
Sofía sin saber que hacer o decir, concordó y ambas tomaron distintos caminos.
Esa misma noche Sofía fue a casa de Ivana, fue a confesarle
todo, a terminar con ella antes de lastimarla más, al llegar a casa encuentra
con la sorpresa de que los papás de Ivana había tenido una enorme discusión y
su mamá había dejado a su papá, Ivana le pidió que se quedara esa noche, su
papá se fue a beber y no quería quedarse sola, no tuvo mas remedio que
quedarse, después de todo, no era el mejor momento para terminar de lanzarla al
abismo, sin contar con que esa noche un abrazo y un beso de consuelo llegaría
al sexo, tuvieron sexo como al principio, como cuando todo era fresco y nuevo,
como cuando no habían incertidumbres ni costumbres, cuando estaban conociéndose
y había pasión desde ambas partes, lo único que esta vez, Sofía estuvo pensando
todo el tiempo en Sabrina, mientras Ivana le decía te amo con cada gemido,
Sofía solo le incrementaba el deseo y le volaba el pensamiento a alguien más,
al culminar, Ivana comenzó a llorar y le pedía a Sofía que no la dejará jamás,
mientras solo quería salir de ahí e ir a buscar a Sabrina.
La madrugada termino y la mañana del sábado encontró a Sofía en
la cama desnuda y sola, Ivana entro a la habitación con desayuno en bandeja y
una sonrisa de enamorada que se notaba a kilómetros de distancia, era algo muy
triste de ver, como puedes elevar a alguien de tal manera para dejarlo caer a
segundos, queriendo salir al mundo a buscar a alguien más, mientras todo el
mundo de una persona se concentra en la cama donde estas, en las paredes llenos
de corazones y un corazón que estaba por quebrarse a la mitad, mientras Ivana
le proponía matrimonio a Sofía, ella pensaba en los labios de Sabrina, en aquel
beso que se quedo a la mitad, en sus ojos, en su sonrisa. Sofía le dijo a Ivana
que debía irse pero que la llamaba más tarde, mientras salía de la casa de Ivana
se encontraba llamando a Sabrina con la urgencia de verla y hablar, acordaron
verse en casa de Sabrina, al llegar ahí Sofía no tenía idea de que decirle, así
que al verla, solo cerro la puerta atrás y se dispuso a besarla, la tomo y la
beso como lo había deseado hace tanto tiempo, Sabrina fue receptiva y dadiva,
se lanzaron en el mueble, y no habían palabras, no había nada, solo empezaron a
besarse mientras se desvestían, mientras Sofía desvestía a Sabrina con ansias
de conocer que había bajo su camisa y todo este tiempo mirándose a los ojos,
viéndose el alma, por muy sexual, por muy morboso que fuese el momento, había
magia, había algo mas, había alma, así que Sofía por primera vez, se detuvo, se
repetía en su cabeza que se odiaría por hacerlo, pero se detuvo y le ofreció
disculpas a Sabrina, le dijo que quería, que le encantaría, pero no así, no
podía hacerse eso a Ivana, no lo merecía, y ella tampoco, Sabrina le dio a
entender que estaba bien, que ella quería pero que debía hablar con Ivana, que
no era justo para ninguna, y que le buscara cuando decidiera que hacer pero que
no le prometía esperar mucho, Sofía le dijo que no tenia que hacerlo, que no
esperaría mucho más.
Sofía se hallo caminando por las calles, como perdida,
argumentándose que no quería lastimar a nadie, con ganas de volver a casa de
Sabrina y hacerlo, sacarse eso de encima y seguir su vida con Ivana, con los
planes, empezó a colocar todo en una balanza, a preguntarse que estaba
haciendo, como había llegado a este punto de no saber que hacer, pero temía que
no eran solo ganas de cama, ya lo había hecho antes, ya le había sido a infiel
a Ivana y todo estaba bien, pero esta vez era diferente, esta vez conocía a la
persona, lo que le gustaba, lo que odiaba, lo insoportable que era alguna veces
y eso le gustaba, se subió en el metro a su casa, se encerró en su vida por
unos días, empezó a dibujar y solo se venia el rostro de Sabrina, solo podía
pensar en Sabrina, ya Ivana ni siquiera era una posibilidad, pero no quería
herirla de esa manera, no lo merecía, era como un cachorrito al que se le
acababa de morir su madre, no podía dejarla sola, paso alrededor de una semana
desde que Sofía vio a Ivana o a Sabrina o a cualquiera, solo se dedico a lo
suyo, hasta que un día lo decidió, decidió que debía verlas y hablar, llamo a Ivana
y le dijo para verla en un centro comercial, lejos de un lugar donde pudieran
estar solas, así evitaría cualquier escena. Mientras sofia espera por Ivana no puede
evitar pensar si esto significa que estará con Sabrina, no sabía mucho y esto
la molestaba, empezó a pensar que mejor debía estar sola, volver a tener
control de su vida, finalmente llega Ivana con una sonrisa, pero haciendo
gestos de incertidumbre, era muy ingenua, no sabía que ese día su corazón iba a
romperse en mil pedazos, no sabía que ese día empezaría su depresión y que al
llegar a su casa la habitación se le vendría abajo, cuando Sofía hablo con
ella, omitió el hecho de que había conocido a alguien, no le dio mas razón que
la de que ya no estaba funcionando para ella, que necesitaba tiempo para
pensar, distancia, que la perdonara, que la amaba, pero que no podía estar con
nadie en ese momento, Ivana boto un par de lagrimas, pidió un abrazo y una
llamada de vez en cuando, se despidieron y Sofía podía ver como el mundo de Ivana
se le venía abajo, solo le decía que la perdonara que no quería lastimarla.
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