Tus muslos los esculpió Bernini en mis manos
Decir no palabra, camina hacía mí,
Aguardo en la entrada,
Te miro,
Suavemente un pie frente a otro
Parecen nubes,
— ¿acaso eres un demonio vestido de mujer? —
Llévame de la mano a la muerte
Llévame a donde sea
Déjame conducirte al otoño
— ¿Conejo? ¿Alicia? —
Recorreré el país de tus maravillas con mis labios
El arco que formas con tu espalda
Hay secretos guardados detrás de las cortinas
Qué cálida bufanda son tus brazos
Conduzco horas y horas por un poco de neón
Las luces de tus ojos en la habitación
Armo palabras — con las marcas que has dejado en mis hombros —
— ¿aquí nunca amanece? —
Que no pare de llover.
Das tres pasos para llegar hasta aquí
Constelaciones en tu espalda — Viajamos por la vía láctea —
El néctar de Venus entre tus piernas.
Cierra los ojos y mira las estrellas
Mis manos Beethoven
tus gemidos la Quinta Sinfonía.
Aguardo en la entrada,
Te miro,
Suavemente un pie frente a otro
Parecen nubes,
— ¿acaso eres un demonio vestido de mujer? —
Llévame de la mano a la muerte
Llévame a donde sea
Déjame conducirte al otoño
— ¿Conejo? ¿Alicia? —
Recorreré el país de tus maravillas con mis labios
El arco que formas con tu espalda
Hay secretos guardados detrás de las cortinas
Qué cálida bufanda son tus brazos
Conduzco horas y horas por un poco de neón
Las luces de tus ojos en la habitación
Armo palabras — con las marcas que has dejado en mis hombros —
— ¿aquí nunca amanece? —
Que no pare de llover.
Das tres pasos para llegar hasta aquí
Constelaciones en tu espalda — Viajamos por la vía láctea —
El néctar de Venus entre tus piernas.
Cierra los ojos y mira las estrellas
Mis manos Beethoven
tus gemidos la Quinta Sinfonía.
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