Cuando la ves (Oda breve a una prostituta triste)

Cuando la ves, solo ves cicatrices, moretones, 
sueños rotos, decepciones por esperar más de lo que debería,
cuando la ves, ves una criatura hermosa 
que le vendieron amor muy caro 
y ella lo compro empeñando su cuerpo,
cuando la ves, no la quieres abrazar, 
le preparas una taza de té, 
le colocas una manta sobre sus brazos llenos de huellas de jeringas usadas 
y medias de nailon rotas, 
duerme en una cama por primera vez 
sin tener que dar algo a cambio,
cuando la ves, entiendes que hay mujeres bellas por dentro y por fuera,
que se pudren cuando su alrededor les ofrece solo comida descompuesta.

Cuando la ves a dos cuadras de tu edificio, 
en la esquina de la perdición,
le quieres ofrecer un paseo gratis a la tranquilidad,
comprarle un helado, hacerla sonreír de verdad,
limpiarle el maquillaje corrido por el sudor sin pudor 
y las lagrimas como cambio en teléfono publico.

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