Tal Vez un Sueño

Te ves ahí como fuera de tu
cuerpo, como fuera de tu ser,
eres tu alma mirándote fijamente, sin nada que decir pero con algo que temer,
como a expectativa de algo más, casi imposible de explicar,
apenas puedes escuchar tu propia respiración,
no hay frío ni calor, solo la silueta de tu cuerpo,
sentada sobre la rendija de la ventana en el balcón, en una casa abandonada,
un hogar solitario, lleno de sombras y demonios
certeros de tus miedos que te gritan soledad,
que exclaman desespero,
no sabes donde estás, a donde iras, que harás,
solo sabes permanecer ahí, en silencio,
en ese lugar de los mil demonios,
viendo los colores a través de sus ojos,
el rojo carmesí de sus labios, el brillo lunar de su mirar,
el color de su voz a través del cristal,
y quieres ir hasta donde ella está,
pero solo la observas jugar con las burbujas sobre el pavimento,
con los globos que deja en libertad hacia el cielo.
eres tu alma mirándote fijamente, sin nada que decir pero con algo que temer,
como a expectativa de algo más, casi imposible de explicar,
apenas puedes escuchar tu propia respiración,
no hay frío ni calor, solo la silueta de tu cuerpo,
sentada sobre la rendija de la ventana en el balcón, en una casa abandonada,
un hogar solitario, lleno de sombras y demonios
certeros de tus miedos que te gritan soledad,
que exclaman desespero,
no sabes donde estás, a donde iras, que harás,
solo sabes permanecer ahí, en silencio,
en ese lugar de los mil demonios,
viendo los colores a través de sus ojos,
el rojo carmesí de sus labios, el brillo lunar de su mirar,
el color de su voz a través del cristal,
y quieres ir hasta donde ella está,
pero solo la observas jugar con las burbujas sobre el pavimento,
con los globos que deja en libertad hacia el cielo.
La lluvia llega y con ella tu
llanto,
cierras tus ojos, ves el gris del agua recorriendo la coladera
que va rozando la ventana,
creando formas abstractas que se asemeja a tu alma, a tu vida,
a tu pensamiento inquebrantable,
a tu corazón que esta sólo pero no disponible a cualquier extraño,
los latidos son fuertes, retumban en la habitación sin cortinas,
las gotas de lluvia se escuchan en la cornisa,
los corotos abandonados en el patio, son lagos de animales transitables,
que saltan como jugando a ser infantes, pero tu sedentaria sobre tu cama,
entre sabanas, como niño que aun no nace, miras la repisa,
hogar de la lámpara opaca que te abre paso a las letras de paginas,
que son tu única respuesta.
cierras tus ojos, ves el gris del agua recorriendo la coladera
que va rozando la ventana,
creando formas abstractas que se asemeja a tu alma, a tu vida,
a tu pensamiento inquebrantable,
a tu corazón que esta sólo pero no disponible a cualquier extraño,
los latidos son fuertes, retumban en la habitación sin cortinas,
las gotas de lluvia se escuchan en la cornisa,
los corotos abandonados en el patio, son lagos de animales transitables,
que saltan como jugando a ser infantes, pero tu sedentaria sobre tu cama,
entre sabanas, como niño que aun no nace, miras la repisa,
hogar de la lámpara opaca que te abre paso a las letras de paginas,
que son tu única respuesta.
Se va la lluvia y el sol renace,
los colores regresan con su voz que es aire,
que es viento bajo tus alas rotas, que es luz de tu oscuridad incesante,
que es vida antes tu muerte de instantes, que es magia.
los colores regresan con su voz que es aire,
que es viento bajo tus alas rotas, que es luz de tu oscuridad incesante,
que es vida antes tu muerte de instantes, que es magia.
Ahí estas de nuevo, mirándole,
con tus ojos que son lluvia, que son mares,
que son volcanes imparables, a través de la muralla de tu vida,
la miras y ella vuelve a mirarte,
con eso la vida de un golpe te regresa el aire,
respiras como niño cuando finalmente se queda dormido en los brazos de su madre,
un respiro tan profundo que crea maravillas,
un suspiro que te regala calma a las tempestades de tu alma
y despiertas de un brinco,
y ahí esta ella,
entre tus brazos fríos,
dandote el calor de la mañana, exhalando tu oxigeno ,
tu calma.
con tus ojos que son lluvia, que son mares,
que son volcanes imparables, a través de la muralla de tu vida,
la miras y ella vuelve a mirarte,
con eso la vida de un golpe te regresa el aire,
respiras como niño cuando finalmente se queda dormido en los brazos de su madre,
un respiro tan profundo que crea maravillas,
un suspiro que te regala calma a las tempestades de tu alma
y despiertas de un brinco,
y ahí esta ella,
entre tus brazos fríos,
dandote el calor de la mañana, exhalando tu oxigeno ,
tu calma.
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