Vals de desespero.

Hay un acantilado en mi alma, si tuviese alma,
Si creyera en semejante estupidez,
Si creyera que es posible tener algo tan común,
De mi cordura se han olvidado los dioses,
Solo tengo musas que me alimentan la locura,
Musas desquiciadas, musas limpias como el cristal
Con tetas que son diamantes pulidos, con cristales por mirada,
Donde puedo ver, que mi reflejo es todo lo malo,
Así he sido  desde el día que aquella desgraciada puta me descontrolo,
Hace ya tantos años, desde que conocí la promiscuidad y sus placeres,
Todas son putas para mi, no es una ofensa, yo lo he llegado a ser,
Amo las putas, me han dado mis mejores cogidas, me han curado la resaca
Y hasta me han dado café antes de largarme en la mañana, son mi tipo favorito de mi mujer,
Solo que ya no les chupo la flor sino hasta la segunda vez.
 
Hay una villa en mi alma, si tuviese una, la presumiría y seria la sensación
En los cultos religiosos, esos malditos bastardos, ex alcohólicos, pedófilos, golpeadores de mujeres
Y homosexuales frustrados, esos tampoco tienen alma.
Hay un maldito recuerdo, esta endemoniada sensación de desespero.

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